La
obra está compuesta por siete cuentos diferentes pero que tratan temas muy
relacionados entre sí. Estos cuentos son El
hombrecito vestido de gris, El barco de plomo, Los árboles de piedra, El viejo
reloj, El barco en la botella, El guardián de la torre, El espantapájaros y el bailarín
y La pajarita de metal.
Puesto
que la obra se compone de varias historias vamos a descartar algunos de los
aspectos más relevantes de los diferentes cuentos. En primer lugar, en El hombrecito vestido de gris vemos
temas como la soledad, la rigidez del trabajo, la monotonía, la falta de
amigos, las burlas, la libertad prohibida, la tristeza…Muchos de estos temas se
reflejarán en algunos de los demás cuentos.
En
la segunda historia, volvemos a ver el tema de la integración, de sentirse bien
en el sitio adecuado como en el cuento anterior. En este caso, es el barco de
plomo el que busca un sitio ideal en el que tener una función coherente,
pertenecer a algo o ser útil. En esta historia predomina la satisfacción de
desempeñar un oficio, el trabajo que hace que las personas se sientan
realizadas, integradas, que forman parte de algo. Cabe señalar el momento en el
que barco encuentra su sitio ideal en el que ya se siente muy feliz: “Este es
el sitio ideal para un barco de plomo y las burbujas de aire, que salían por el
boquete del casco, tenían forma de sonrisa” (página 29).
En
el siguiente cuento la idea fundamental que tenemos que destacar es que el
trabajo en equipo siempre es mucho mejor, los árboles solo consiguen sus
objetivos cuando realmente se unen.
En
El viejo reloj, vemos a un niño que
busca los números que faltan en el reloj de su abuelo. Cuando los empieza a
encontrar observa que cada uno tiene un nuevo oficio, el 12 es una flauta y su serpiente, el 8 es una
nube, el 6 se ha convertido en la casa de un caracol, el 3 es una gaviota
pintada en un cuadro de un museo…etc. En este cuento tenemos que destacar el
énfasis que se hace en la monotonía: “Y, a partir de aquel momento, en la
habitación de Ramón siempre se oyó el tic-tac, alegre y monótono, del viejo
reloj del abuelo” (página 51). La narración es monótona y repetitiva y nos
recuerda al principio de la historia del hombrecito.
Avanzando
un poco más, encontramos, ya en el quinto cuento, la metáfora del mundo
encerrado en la botella. Con esto lo que pretende mostrar Fernando Alonso es
que no sirve de nada vivir aislado del mundo, como si estuviéramos encerrados
en una botella o en una jaula. Esto es lo que siente el barco, en un primer
momento se siente muy feliz pero cuando se da cuenta que no solo existe su
pequeño mundo de la botella sino que fuera hay más cosas se siente atrapado y
solo. Cuando reflexiona sobre la realidad es cuando vuelve a ser feliz: “Y, a
partir de aquel momento, en que sabían qué era cada uno y para qué servía cada
cosa, pudieron comenzar una vida nueva, sincera y libre” (página 59).
La
siguiente historia, es quizás, junto con El hombrecito vestido de gris, la que
más temas introduce. En ella vemos a un guardián dominante que se ha apropiado
de la torre, que los vecinos del pueblo han construido con mucho esfuerzo. En este cuento destacamos
como principal tema la maldad y el carácter dictatorial del guardián, pero
además, cabe señalar la bondad de los vecinos y el trabajo en equipo que ya
veíamos en el cuento de los árboles. Estos temas van acompañados de un refrán
que utiliza el autor para demostrar que las malas actitudes siempre reciben,
tarde o temprano, un castigo, “Quien
siembra tormentas, recoge tempestades”.
El
sexto cuento, nos vuelve a recordar a la historia del hombrecito, en este caso,
es un espantapájaros que tiene ilusión por bailar y pasarlo bien, no le gusta
su vida aburrida. Vemos esa búsqueda de la libertad y de conseguir los sueños y
las ilusiones, casi de la misma forma que el hombrecito, pero ahora solo con un
final feliz, aunque no el que el lector puede esperar. El espantapájaros deja
su oficio porque su amo lo ha destrozado, pero gracias a los pájaros que
recogen los trozos de paja y al viento que eleva sus ropas, el espantapájaros
realiza su mejor baile. Además, F. Alonso juega con la idea de lo justo y lo
injusto, vemos claramente la
contradicción con el nombre del granjero, Justo, que es la antítesis del hombre
justo. Este es un ejemplo del juego de
palabras: “Señor Justo, no sea usted injusto” (página 80).
Por
último, el cuento de La pajarita de metal
nos muestra la ilusión de un niño por hacer feliz a una pajarita de papel. El
padre del niño se esforzó muchísimo por hacerle una pajarita de papel, pero
esta tenía el semblante triste y el niño quería cambiarlo. Realizan
numerosísimos intentos para hacerla feliz pero solo lo consiguen cuando hacen
muchas, es entonces cuando todas vuelan felices por la habitación. Por tanto,
el tema que cabe destacar es la necesidad de sentirse querido y rodeado de más
personas para ser feliz, además del esfuerzo y la constancia para alcanzar los
deseos y propósitos.
En
general, tenemos que destacar que los principales temas que recogen estos
cuentos breves son la búsqueda de la felicidad y la lucha por cumplir los
sueños, la integración, el trabajo en equipo, el compañerismo y la amistad, la
soledad como algo triste y la necesidad
de pertenecer a un grupo, al mundo.
Son
cuentos muy sencillos en cuanto a la forma y al contenido, las expresiones son
muy sencillas y, en ocasiones, se repiten “y, a partir de aquel momento,…” pero
las reflexiones que el lector puede hacer son muy interesantes. En muy pocas
líneas el autor ha sabido plasmar muchos de los temas que preocupan a la
sociedad y que resultan muy próximos al lector.
A
pesar de que las reflexiones que podemos extraer son muy interesantes,
considero que es una lectura que puede resultar demasiado infantil para alumnos
de secundaria. Se podría trabajar algún cuento de forma aislada para analizar
aspectos concretos pero no como una lectura obligatoria sin más. Algunos
cuentos son demasiado simples y pueden resultarles poco atractivos.
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