El
prolífico autor Jordi Sierra i Fabra nos presenta en Kafka
y la muñeca viajera
(Premio
Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2007) una enternecedora
historia cuyo protagonista es uno de los pensadores más importantes
del siglo XX, Franz Kafka.
El
narrador nos sitúa en el Berlín coetáneo del escritor checo
durante los últimos meses de su vida. Un día, el rutinario paseo
matutino de Kafka por el parque Steglitz se ve alterado cuando se
topa con una niña que llora desconsoladamente. Su escasa experiencia
con los más pequeños no le impide acercarse a ella e indagar en el
causante de sus lágrimas.
Una
vez que comprueba que la niña, Elsi, no estáa perdida, es ella
misma la que aclara al escritor el motivo de su tristeza: su muñeca
Brígida había desaparecido.
En
ese momento, Kafka improvisa una solución que le implicaba de
manera directa en este asunto. Convence a la niña de que él era
un cartero de muñecas y la suya, Brígida, le había dejado un
mensaje a través de él, pues había decidido marcharse
apresuradamente en busca de nuevas aventuras. Debido a sus dotes como
escritor pensó que no le resultaría difícil escribir una carta
dirigida a Elsi haciéndose pasar por su muñeca en la que mostrara
su afecto por ella. Sin embargo, lo que no sabía Kafka es que
después de esa primera carta, llegaría alguna más.
El
momento de la lectura de los viajes de Brígida por el mundo se
habían convertido para Elsi en una cita obligatoria. Así, cada día
el banco del parque donde se conocieron se convertía en su lugar de
reunión diario.
Kafka
no hallaba un desenlace para el 'monstruo' que acaba de crear, aunque
tal vez no lo hacía porque no quería concluir con su profesión de
cartero de muñecas. Después de tres semanas de frenética
correspondencia, decidió que tanto Brígida como Elsi merecían un
final feliz para que la niña no perdiera nunca la esperanza.
En
este relato, mezcla de realidad y ficción, los prejuicios de Kafka y
de la sociedad que le rodea se ven traspasados por la inocencia de
una niña que consigue despertar en el moribundo escritor un último
halo de vida.
La
amistad es el tema central del relato, abordado desde un punto de
vista en el que los dos amigos deben reconciliarse con el valor de
la esperanza. Por un lado, Elsi debe aceptar la marcha de su muñeca
y quedarse con su mejor recuerdo. Por otro, Kafka tiene que afrontar su
delicado estado de salud. Y es que todo es contraposición entre
estos dos personajes: Elsi representa el inicio de la vida, la
inocencia y el triunfo de la felicidad; por su parte, Kafka está
asociado al final de la vida, la experiencia y el fracaso. De hecho,
él tiene que asumir el papel de lector pues la niña no sabe leer
bien.
A
través de las cartas, Kafka sufre una metamorfosis a la inversa que
la de Elsi: si al final, ella decide mirar hacia delante con su nueva
muñeca, él se inclina por echar un vistazo a su pasado y reencontrarse con
el niño que llegó a ser. En
este cambio, su compañera Dora tiene mucho que ver, pues actúa como
voz de la conciencia para Kafka.
A
pesar de su sencillez y brevedad, acompañado de una estructura con
frases cortas y en la que prima el diálogo, este relato no pierde la
carga emocional en ningún momento pues las cartas, como eje central
de la trama, captan la atención del lector. De una simple anécdota
que pasó desapercibida para muchos, Sierra i Fabra conseguir
elaborar un libro bien contextualizado y hacia el que es difícil
sentirse indiferente.
Aunque
quizá lo que menos deba importar de la obra sea el protagonista,
Kafka y la muñeca viajera constituye un libro adecuado para
acercarse a la figura de Franz Kafka. Por esto motivo, al constituir
su obra materia de estudio en Bachillerato, recomendaría su lectura
para alumnos de 4º de ESO a modo de introducción sobre el Kafka más
humano.
Silvia Muñoz Cuello
No hay comentarios:
Publicar un comentario