Nicolás
Pertusato, un niño italiano que es obligado a alejarse de su tierra natal para
ingresar en la Corte española a mediados del s. XVII, es el protagonista de la
novela de Eliacer Cansino titulada El misterio Velázquez. Éste, al poco
tiempo de llegar a España, cuenta con el apoyo y amistad del pintor y
aposentador del Rey que da título al libro, hasta el punto de que lo elige para
ser el intermediario entre éste y Nerval y de que le encomienda una última
tarea antes de morir: que pinte la Cruz de Santiago sobre su pecho para poder
alcanzar la salvación eterna, hecho que acaba llevando a cabo con la ayuda de
Juan Pareja, sirviente de Velázquez.
El propio título ya nos está
adelantando que la historia tiene un fuerte componente misterioso y, conforme
avanzamos en la lectura, nos damos cuenta de que el misterio tiene que ver con
la composición del cuadro Las Meninas cuyo autor es Diego Velázquez. De
esta forma, se entiende perfectamente el título escogido por Eliacer Cansino.
La figura de Nicolasillo representa
muchos valores que se deben inculcar a los jóvenes que estamos enseñando y
educando, como es el hecho de quererse a uno mismo y no dejarse intimidar por
los demás pese a tener algún defecto físico que haga que otros se mofen o
burlen (hay que recordar que padece un problema de crecimiento, es enano) o el
de hacerse de respetar y ser querido por las personas de su entorno en la Corte
de Felipe IV.
La
disposición del libro ayuda a que los lectores asienten mejor el contenido puesto
que al final de la obra se introduce una imagen del cuadro Las Meninas que
da sentido a la historia junto con una relación de los nombres de los
personajes que tanto aparecen en la obra de Velázquez como en la obra de
Eliacer Cansino. Además, también encontramos un índice onomástico con un breve
resumen de la vida de estos personajes históricos.
Considero
que la lectura de El misterio Velázquez puede ser utilizada tanto en las clases de nuestra materia, Lengua
y Literatura, como en las clases impartidas por el profesorado de Historia del
Arte o de Historia por el hecho de que muchos jóvenes, y algunos adultos
también, reconocen el cuadro de Velázquez por su fama mundial pero no conocen
la posible historia que explica la presencia de todos y cada uno de los personajes
históricos que en él aparecen, como es el caso de personajes casi desconocidos
como Maribárbola, José Nieto o el propio Nerval. Digo que también es útil para
la materia de Historia porque es una buena forma práctica de hacerse la idea de
cómo funcionaba el país hace cuatro siglos atrás.
Con la
lectura de esta obra estamos proporcionando a los alumnos una forma de apreciar
el gusto por la lectura porque se pueden dar cuenta de que leer no sólo sirve
para entretenerse, sino que también es un medio para aprender cosas nuevas, es
decir, para ir fortaleciendo el bagaje cultural e intelectual de la persona,
hecho que es muy importante durante la adolescencia. Este ejemplo puede ser el
punto de partida para que algunos sigan leyendo con este objetivo.
Debido a
que el lenguaje utilizado por el autor es sencillo y no presenta mayor
complicación sintáctica, propondría la lectura de esta obra para la asignatura
de Lengua y Literatura a alumnos de 2º o 3º de la ESO. En cambio, si la lectura
la propusiera el/la profesor/a de Historia, tendría que estar incluida dentro
de la programación didáctica del departamento para estudiantes de 2º o 4º de la
ESO, del mismo modo que si se recomendara en Historia del Arte, los alumnos la
leerían durante alguno de los dos años de Bachiller.
En
conclusión, tanto si la lectura se lleva a cabo tanto durante la ESO como en
Bachiller, el lector se podrá sentir atraído por estos hechos que suceden a
mediados del s. XVII que combinan intriga, misterio, historia de nuestro pasado
y amistad entre algunos de los personajes que protagonizan tanto el libro El
misterio Velázquez como la pintura Las Meninas.
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