Campos de Fresas

Campos de fresas

1. Referencia bibliográfica completa

·         Título: Campos de fresas

·         Autora: Jordi Sierra i Fabra

·         Primera edición: 1997

·         Ediciones SM, 1997. Joaquín Turina, 39 – 28044 Madrid

·         Fotografía de cubierta: Javier Calbet

·         Diseño de cubierta: Estudio SM

·         Número de páginas 143

2.      Resumen del contenido

Campos de fresas es una novela dedicada a la lectura juvenil. En esta obra los jóvenes se pueden sentir identificados ya que se pueden apreciar los principales problemas de los adolescentes; como es la relación entre ellos mismos, con sus padres, el trato con las drogas y las principales enfermedades en esta edad, como en este caso, la bulimia. 

Este libro está escrito en los años noventa en España y refleja la situación de esta época. Una de las muestras es el uso de las pesetas y por otro lado se hacehincapié en la música makina o hardcore, como reflejo de la antigua ruta del bakalao que se hacía en esa década por el levante español.

La lectura de esta obra es muy dinámica y rápida debido a la brevedad de los fragmentos (entre una y tres hojas). Cabe destacar que las 143 páginas que contiene el libro está divididas en 95 capítulos, lo que consigue que la lectura no sea monótona. Además, esto también se consigue gracias a la sucesión de situaciones paralelas; por un lado y como eje central que Luciana se encuentra en el hospital, quien de manera diferenciada al resto de los personajes, gracias a la letra cursiva, también habla, aunque esté en coma, por otro lado la situación de Loreto y su lucha contra la bulimia, además aquellas partes en las que aparecen los policías, los camellos, la familia, los amigos y el novio de Luciana y los periodistas. En la mayoría de los fragmentos se trata el uso de la primera y la tercera persona del singular. Cabe destacar que la titulación de cada uno de los capítulos simula una partida de ajedrez, ya que la protagonista jugaba mucho. Con los títulos se aprecian como las fichas blancas, figuras que representan la vida, ganan a las fichas negras, que son la muerte de Luciana.

Respecto al vocabulario es un lenguaje estándar y formal, por lo que el lector, en su gran mayoría, puede entenderlo con facilidad salvo alguna palabra como: zozobra (p.36), abigarrado (p.64), opistotonos (p.67), azuzándole (p.78), rezogó (p.98), impertérrito (p.121), tumulto (p.130).

En Campos de fresas se puede apreciar la multitud de descripciones para que el joven lector se pueda ubicar con facilidad en la historia. Como muestra de ello: describe físicamente a la protagonista, Luciana (p. 58) a  Loles, una señora mayor (p. 61), como se encuentra Luciana en el hospital, rodeada de cables... (p.66).

3.      Crítica y valoración

Este libro me parece una lectura fundamental para cualquier estudiante de secundaria ya que como tema central, hablando de las drogas, en el propio libro se puede ver que los jóvenes tienen un fácil acceso a éstas y que no sólo aquellos marginales, sino cualquier adolescente; la protagonista era una chica, guapa, sana, inteligente... Me parece que en esta historia se muestran los principales aspectos de un adolescente actual. Por un lado aparece un factor tan importante en la adolescencia como es el tener amigos y el sentirse identificado con ellos; por ejemplo Luciana y Cinta se hicieron amigas gracias a que le gustaban los mismo grupos musicales (p.46). También el dejarse llevar, el parecer guai, el sentirse involucrado con los demás... esto se ve cuando la protagonista se toma la pastilla (p.46-47).

Por otro lado la importante de las relaciones entre los adolescentes y sus progenitores; en el libro se puede ver la actitud de los padres ante la educación de sus hijos. Cuando Eloy va a casa de Raúl y su hermana pequeña de 14 años le dice que vuelva el lunes que su hermano está de fiesta todo el fin de semana. La niña habla de ello como algo normal, nada novedoso; del mismo modo que le insinúa que pase, que está sola en casa... (p.50) ¿Qué educación han recibido esos hermanos? Además respecto a la comunicación entre padres e hijos también se puede ver la de Máximo con su madre: “Un día, hace un par de semanas, le contó a su madre que tenía una amiga bulímica por hablar de algo...” (p.79).

Por último, me parece lamentable la postura y la total pérdida de ética del periodista ante la situación de la protagonista. Es capaz de todo por conseguir no sólo información, que es su trabajo, sino una foto totalmente sensacionalista. Del mismo modo que es atroz la frialdad con la que habla éste con su compañero cuando comentan la foto de la niña en coma: “¡Eh, llévate eso!, quiero dormir esta noche” (p.106)

4. Breve conclusión

Como ya he nombrado anteriormente, me parece un reflejo muy real de la sociedad actual. Este libro puede concienciar a muchos jóvenes del peligro de las drogas, y que sepan que aunque la protagonista de esta obra sí tiene un final feliz muchas personas no lo han tenido; como muestra de ello Jordi Sierra i Fabra, en los agradecimientos (p.143) cuenta diversas situaciones de la vida real a causa de esta arma blanca, que como dicen en el propio libro puede llegar a matar. En él, también se hace hincapié en que existe la droga y existen los camellos, pero estos son un eslabón más dentro de la gran cadena, pero que al fin y al cabo, la última decisión la tiene el consumidor.

Gema Mirón Díaz