Ulises y su travesía
literaria
Hacerse mayor implica, de algún
modo, renunciar a ciertos privilegios de los que gozábamos en la infancia, como
podrían ser la inocencia y la ilusión de creer que nada es imposible y que los
sueños pueden hacerse realidad de un momento a otro, pues su cumplimiento sólo
depende de la fuerza y la intensidad con la que los deseemos. Sin embargo, conforme
el devenir de los años se hace más y más constatable, vamos cayendo en la
cuenta de que ya nunca podremos regresar a esa etapa de la que en muchas
ocasiones no hubiésemos querido escapar jamás.
Pero de repente, en nuestra recién
iniciada edad adulta, se cruza de manera inesperada un libro que nos devuelve
un pedacito de esa magia que creíamos haber perdido y nos invita a revivir la
ilusión de aquellos días en los que esperábamos ansiosos la venida de nuestros
adorados y entrañables Reyes Magos, pues aunque hace ya tiempo que descubrimos
su verdadera identidad; su esencia, su ternura y su amor nos seguirán
envolviendo para el resto de nuestra vida, aunque a veces nos cueste creer en
ello.
Días de Reyes Magos no es sólo un homenaje a nuestra
literatura, pues son constantes las referencias a grandes clásicos, así como a
algunos de sus personajes más emblemáticos; es también una historia dedicada a
todos aquellos padres que se desviven por sus hijos y que luchan cada día por
llenar sus vidas de alegría, de emoción y de esperanzas.
El protagonista, Ulises, pasa de
la noche a la mañana de ser el centro de su casa a tener que convertirse a la
fuerza en adulto, sin pasos intermedios que ayuden a digerir mejor ese cambio. Un
día un compañero de clase, uno de los más espabilados, “El Guille”, le revela, muy a su pesar, lo que él entonces escuchó
como si de un auténtico desacato se tratara, y que venía a decir que los Reyes
Magos no eran quienes decían ser en realidad. Este fortuito descubrimiento
marcará un punto de inflexión en la vida del joven Ulises, que pasará de ser un
niño arropado y feliz a convertirse en el blanco de las continuas discusiones
de sus padres, en el foco de las frustraciones de uno y otro, hasta el punto de
que arrastrado por unas circunstancias que no le dejan mayor elección, empezará
a sentirse profundamente perdido.
Pero lo importante y lo más
reseñable es que Ulises nunca estará solo durante ese período de búsqueda y
reflexión, pues contará con el apoyo incondicional de su amiga Cali, Calipso,
una joven apasionada de la literatura; y de todas las personas que más le
quieren, sobre todo sus padres, que sabrán reconocer su error para hacer que la
vida del pequeño Uli (como le suelen llamar cariñosamente) sea lo más
maravillosa posible.
Un ciego que recita largos
romances a la boca del metro y que conoce de memoria largos pasajes de algunas
de las obras más ilustres de nuestra literatura; una profesora de gran vocación
que intenta transmitir a sus alumnos su amor por los libros y la joven Cali son
algunos de los personajes más importantes de esta obra, que a buen seguro ayudará
a despertar entre los adolescentes, y los no tan adolescentes, una tremenda
inquietud hacia muchos títulos, acercándoles también a su temática de una forma
tan sutil, pero tan bien traída al mismo tiempo, que nadie podrá resistirse.
Días de Reyes Magos se constituye como un paradigma
idóneo para trabajar el intertexto lector, entendiendo por éste la capacidad de
interrelacionar conocimientos previos con otros nuevos que se vayan adquiriendo
y sumándose al bagaje ya existente. Ese intertexto lector, como se podrá
deducir, será mucho más amplio y enriquecido conforme al nivel de competencia
lectora y, con ella, la competencia literaria que tenga cada persona. Conseguir
que nuestros alumnos lean, como algunos ya habrán podido comprobar, no es en
muchos casos tarea sencilla y más cuando se trata de promover en ellos el
interés y el gusto por lecturas más profundas y de mayor calado literario; de
manera que recurrir a obras como la del prestigioso autor español Emilio
Pascual, puede ser una alternativa francamente productiva.
Ulises era un adolescente, que
como muchos de su generación, no sentía especial atracción por la literatura;
sin embargo, desde que una mañana descubre en su buzón un ejemplar de La
guerra de los botones y otro de El club de los poetas muertos, iniciándose
así un misterioso juego que se prolongará durante meses, su concepto de la
lectura empezará a cambiar radicalmente, hasta el punto de que su fascinación
por el mundo literario y sus personajes será cada vez más significativa y
encontrará en ese espacio de sueños e imaginación el calor que tanto necesitaba
en ese momento de confusión y soledad.
AIDA PASTOR BENEYTO
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