miércoles, 30 de enero de 2013

El polizón del "Ulises"


                                                          El polizón del «Ulises»
Título: El polizón del «Ulises». Todos mis cuentos.
Autor: Ana María Matute
Editorial: Lumen
Ciudad: Barcelona
Año: 2000 (1965)
Primera edición de Todos mis cuentos: noviembre 2000

El polizón del «Ulises» es, en palabras de la propia autora, “la historia de un muchachito que, un buen día, creció.”
Este muchachito es Jujú, a quien, siendo un recién nacido, abandonan en la puerta de una casa solariega propiedad de tres hermanas solteras, hijas de un rico terrateniente. Ellas son Etelvina, Leocadia y Manuelita. Las tres hermanas adoptan a Jujú y lo cuidan y educan como si fuera un hijo. Para el pequeño serán tía Etel, tía Leo y tía Manu.
Jujú llegará a sus once años acompañado de sus particulares amigos: Contramaestre (un perro), Almirante Plum (un gallo) y Señorita Florentina (una perdiz). Junto a ellos pasa su tiempo libre en la buhardilla de la casa, convertida en su propio barco, el «Ulises», del que es Capitán.
Jujú sueña con conocer el mar, pues ha crecido entre una multitud de libros que pertenecieron al Abuelo y al Gran Bisabuelo, pero a pesar de su prodigiosa imaginación es un niño inteligente, trabajador, y bueno.
Su accidental encuentro con un fugitivo del Campo de Presos le obligará a madurar rápidamente y a tomar una decisión de la que dependerá la vida de un hombre, pero Jujú no dudará en prestarle su ayuda, poniendo en peligro incluso su propia salud. Jujú y Polizón —nombre con el que bautiza al fugitivo— llegan a convertirse en grandes amigos en la clandestinidad del «Ulises», y juntos planean huir de la casa y emprender un largo viaje para conocer los lugares maravillosos con los que tanto sueña Jujú, y sobre todo, el mar.
Después de haber planeado minuciosamente la huida, al día siguiente del undécimo cumpleaños de Jujú comienza la aventura, pero su sueño es eso, un sueño, y nada saldrá como Jujú esperaba. El pequeño arriesga su vida para ir en busca del compañero de viaje que no ha acudido a la cita, y en esa búsqueda habría muerto ahogado si Polizón no le hubiera salvado la vida, renunciando con ello a su libertad.
Finalmente, Jujú descubre la triste verdad de Polizón: no era un experimentado marinero, sino un simple ladrón embustero, y no conocía ninguna isla, porque nunca llegó a ver el mar. Sin embargo, en su carta de despedida, Polizón agradece a Jujú el tiempo que han compartido, soñando que las falsas aventuras del marinero eran, por una vez, ciertas.
Y Jujú, como le había dicho Polizón, se convirtió en un hombre honrado, protegió y cuidó de sus tías y “se olvidó del «Ulises». Y de Polizón. Y de Marco Polo.” Porque, un buen día, creció.

Este cuento de Ana María Matute consta de 13 capítulos en los que narra y describe la vida del protagonista, centrándose en el acontecimiento de su encuentro con el fugitivo y el desarrollo de esa historia, que constituye el tema central del cuento.
La estructura del cuento no se corresponde con la típica que encontramos en los cuentos clásicos, porque el propio cuento contiene una historia completa en la que sí encontramos un planteamiento, un nudo y un desenlace. El cuento de la historia de Jujú no responde al esquema clásico, ya que no plantea una situación que ha de resolverse, sino que presenta la narración de unos hechos (la llegada de Jujú a casa de las tres hermanas y las vivencias de su infancia junto a ellas) sin proponer un final concreto o cerrado de la historia. Sólo sabemos que Jujú se quedó a vivir al lado de sus tías y que trabajaba en la finca, todo lo demás está en el aire.
Este tipo de finales es muy característico de la autora, que nunca ha apostado por los tradicionales finales felices y cerrados.

Este cuento tiene la grandeza de poder trasladarnos a los lugares que guarda en sus páginas, nos lleva a imaginar y sentir claramente la atmósfera húmeda y fresca de un bosque, el frío helado de la nieve invernal, el olor a cerrado y a humedad de una casa abandonada, la calidez de una habitación confortable en medio de una noche gélida y oscura, el ambiente acogedor de una cocina con la chimenea encendida mientras se amasa el pan…

Una interesante reflexión que puede desarrollarse tras la lectura es la referente a la calidad humana de Jujú. Tras el desconcertante encuentro, el niño valora la situación en la que se encuentra el fugitivo —es un hombre mayor, visiblemente deteriorado físicamente, débil, y está herido— y guiado por su humanidad decide ayudarle —considerando la posibilidad de que esté siendo víctima de una injusticia— en lugar de entregarle a la Guardia Civil.

El valor literario de las obras de Ana María Matute es indiscutible. En concreto, El polizón del «Ulises» es una lectura muy recomendable por diversas razones, especialmente en el primer ciclo de la ESO. Tanto los temas como el estilo son adecuados. El lenguaje es sencillo y literario al mismo tiempo, con una profusa adjetivación que no complica la lectura en modo alguno, y el ritmo de la narración muy ágil, lo que resulta motivador para cualquier lector inexperto

En conclusión, considero que el cuento posee un extraordinario valor literario, al que hay que añadir el tratamiento de un tema relevante para la formación integral de los alumnos.
Es una lectura ideal para recrearse en sus descripciones, para disfrutar y viajar a esos rincones mágicos que ofrece la literatura de Ana María Matute.

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