miércoles, 30 de enero de 2013

EL MISTERIO VELÁZQUEZ


Título: El misterio Velázquez
Autor: Eliacer Cansino
Editorial: Bruño
Décima edición: marzo 2007
Primera edición: marzo 1998
Directora de la colección: Trini Marull
Edición: Cristina González
Diseño: Emilio Rebull
Cubierta: José Francisco Parreño
Obra galardonada con el Premio Lazarillo 1997
Finalista del premio Nacional 1999
Finalista del Premio CCEI 1999



La novela está compuesta por 23 capítulos que se reparten en tres partes.
El título de la primera parte: "La luz de Madrid", está compuesto por cinco capítulos que resumiremos a continuación.
El misterio Velázquez comienza hablando de algo que sucedió una noche, algo de lo que ya no se puede hablar y, que el guía de esta historia, Nicolás Pertusato, nos irá contando ayudado de lo que el llama "cuadernitos de memoria" (pág. 12). En el momento que nos introduce en su vida, nos cuenta cómo era su infancia en su lugar de nacimiento, Alessandría de la Palla (Italia). Su madre murió al nacer él y siempre había vivido con su padre, el cual parecía sentirse un poco incómodo con su hijo a causa del enanismo que padecía. Sin embargo, su aya Marina se encargaba de cuidarlo y quererlo. Un día el padre de Nicolás decidió que su hijo debía partir a España para vivir con otros semejantes a él. El día que el niño iba a tomar la primera Comunión tuvo un percance y se cayó lo cual provocó una vergüenza tremenda y sería la gota que colmara el vaso para que su padre lo enviara a otro país. Nicolás Pertuso sabía que no volvería a ver nunca más a Marina: "En ese mismo instante sentí el pálpito de su corazón en mi mejilla y tuve la certeza de que no volvería a verla nunca más"  (pág. 15). El hombre que viene a por él le dice: "En España te llamarás Nicolasillo" y también hace mención a su altura: "Precisamente no queremos que crezcas" (pág.17). Ahora Nicolás se vería liberado de los zuecos que su padre le obligaba a llevar pero nunca más volverá a ver a su progenitor ni a su aya.
Nicolás tenía siete años, Del Castillo es el hombre que ha venido a por él a Italia. Lo llevará hasta Madrid para formar parte de la casa del rey de España. El viaje lo realizan en barco y no es nada agradable para el niño que se pasa buena parte del trayecto vomitando y llorando. En este viaje conocerá al que será su padrino, como él lo llama,  Diego de Acedo. Este hombre informa a Nicolás de lo que sucede en la corte con personas como ellos: "para que los demás se diviertan a nuestra costa" (pág. 23). Acedo también advierte al  chico diciéndole: "si eres listo, niño, si sabes ver donde los demás son ciegos y escuchar donde otros son sordos, si tienes fe en ti mismo podrás llegar a ser como yo" (pág. 24). Nicolás sabe que no volverá nunca más a su casa pero necesita que se lo confirmen: "Ya lo sabía, señor. Sólo quería que alguien me lo confirmase" (pág. 25).
Durante el viaje en barco apreciamos la influencia que Acedo tenía a pesar de ser un hombre de poca altura, lo cual provocaba que los demás se burlaran de él. Encontramos a un comerciante, Marconi, que quería matar a su criado Jerónimo Rodríguez por haber roto una "valiosa vajilla de Murano" (pág.28). Acedo le dice algo en voz baja a Marconi y deja en libertad a Jerónimo. El criado va al camarote de Nicolás pero no consiente que el niño le limpie las heridas.
Una vez en España, lo primero que Nicolás ve es Barcelona pero su melancolía no le permite disfrutar del paisaje, solo recuerda "la amarga sensación de abandono" (pág. 34). Al llegar a Madrid, está bajo custodia de Francisca Guijuelo. Se trataba de una mujer amable, inteligente y sencilla que había perdido a su único hijo hacía poco. Nicolasilllo está muy triste y se ve afectado por unas fiebres. El médico piensa que el niño no llegará a Navidad pero Francisca sabe muy bien que lo que tiene es solo pena por eso llama a Tommaso, el cocinero que era italiano y así podría hablar con Nicolás. Y así es, habla con él pero lo que verdaderamente salva a Nicolás es un perro, Moisés: "Salvado de las aguas, él; salvado de la melancolía, yo" (pág. 37). El furrier mataba a los cachorros ahogándolos en un barreño y tapándolo para que ninguno lograse salvarse pero Moisés lo consiguió.
El joven aprende muy rápido con la ayuda de su maestro Alonso Ortiz. Junto a él aprendían dos niños más, Manuelillo y Ana a leer, escribir y conocer el protocolo. Desde muy pronto Nicolás mostró su inteligencia y su elegancia a la hora de recitar versos, con lo cual el maestro lo puso a aprender versos de Dante.

A partir de aquí, nos adentraremos en la segunda parte "Una oscura presencia". Dicha parte está formada por diez capítulos.
Pasaron los años y Pertusato se convirtió en el criado discreto que los Reyes esperaban de él. Aprendió español y fue conocido por su inteligencia y cordura, además de ganar  voluntades y aprecio. Conoció a Bárbara Asquín, conocida por Maribárbola, que conduciría a Nicolás hasta don Diego Velázquez.
El niño se vió metido en un apuro una  noche que tenía un dolor de muelas. Al volver a su dormitorio el Conde de Aguilar y dos amigos suyos importunaron a Nicolás y querían reírse a su costa pero él le dio con el candelabro al Conde y salió corriendo. Gracias a este incidente Pertusato conoce a Velázquez. Él habla con Maribárbola y ella le dice que la única persona que le puede ayudar es el pintor.
Nicolás le tenía simpatía a Velázquez por la manera y asiduidad con que solía pintar a los enanos en sus cuadros. Se dispone a ir al Obrador y allí encuentra al pintor acompañado por un hombre al cual no se le ve la cara. Este hombre le pido a Nicolás que recite unos versos de la Divida Comedia, los del "Infierno" y así lo hace. Después de oírlo, le dice a Velázquez que el niño también estará en el cuadro. El niño cuenta a Velázquez lo sucedido con el Conde pero el pintor le dice que nada le puede pasar si Nerval ha decidido que él también forme parte del cuadro.
Nicolás recibe la visita de su padrino, Acedo y del criado de este, Jerónimo. Ellos tienen que partir para Sevilla. Hablan del cuadro y Acedo le dice: "[...] procura que nada ponga en peligro tu presencia en es cuadro. Es un paso para la Cámara y no puedes desaprovecharlo" (pág. 63).
Al poco tiempo Nicolás tenía que prepararse para la audiencia con el rey Felipe. "[...] si realmente eres el ojo por el que veo y el oído por el que oigo, podrás continuar en palacio" (pág. 68). El Rey manda al joven a vivir con Velázquez y a estar bajo sus órdenes hasta que dé fin al cuadro. Al finalizar la audiencia estas son las palabras del Rey: "Nicolás, alguien me ha dicho que tú serás el último de todos nosotros y podrás verlo y contarlo todo. Así que anda con los ojos bien abiertos para cuando precise tu información" (pág. 68).
Durante tres meses Nicolás vivió con Velázquez en la Casa del Tesoro. Conoció a su esposa doña Juana Pacheco, la cual no estaba muy cómoda con la presencia del joven y de Nerval en su casa. Él consiguió ganarse la confianza de doña Juana y esta le pidió que le contara todo lo que escuchara hablar a su marido con Nerval.
También conoce a Juan Pareja, el que ahora era pintor pero anteriormente había sido criado de Velázquez. Nicolás encontró en él un verdadero amigo. Desde que Nerval apareció en la vida del pintor, parece que hace con él su voluntad. En el cuadro debe atrapar el tiempo, no el espacio. Es lo que Nerval le pide a Velázquez. Nicolás es el mensajero entre ambos y tiene que ir a verlo a  Madrid para decirle: "Déme resolución del cuadro cuanto antes, dígame por favor el lugar de los Reyes y tome de mí lo que desea" (pág. 85). Nicolás se queda perplejo al ver el cuadro pero lo que ve viene del futuro. Nerval le dice: "Entrastéis el último y último saldréis" (pág. 90).
Tras llegar al Obrador, Nicolás le dice a Velázquez todo lo que ha visto en casa de Nerval y el pintor ya tenía claro lo que tenía que pintar. Los Reyes no estaban muy convencidos por el lugar que ocupaban en el cuadro pero accedieron a que lo pintara. Nicolás comete el error de contarle a doña Juana todo lo que ha visto en casa de Nerval, y esta tras hablar con su marido consigue que Nicolás abandone su casa. Fue el día más triste de la vida de Nicolás. Unos días después, un criado va a decirle al chico que acuda al Obrador con su perro, Moisés. Nerval está allí y el perro se pone a ladrarle, su presencia no le agrada. Nerval le pide a Nicolás que vuelva a recitar los versos de Dante pero Velázquez le pide que por favor, no vuelva a hacerlo. (Lasciate ogni speranza, voi ch´entrate: Dejad, los que aquí entráis, toda esperanza).

La tercera parte: " Una cruz para el diablo", consta de ocho capítulos que dan fin al relato.
Nicolás pronto fue incorporado a los criados de su Majestad y Velázquez fue nombrado por el Rey Caballero de la orden de Santiago. La Infanta María Teresa contraía matrimonio con el rey de Francia y Velázquez acudió a la frontera a prepararlo todo. Cuando regresó, mostraba signos de enfermedad que le llevarían a la muerte. Antes de morir le pide a Nicolás que vaya a verlo y le encarga una tarea porque le dice: "Escúchame: yo pacté con aquel hombre algo terrible. Le entregué mi alma a cambio del cuadro que siempre soñé pintar. [...] Con la cruz que tú pintarás, ese ingenio quedaría santificado para siempre y mi pacto roto para la eternidad. Todo será otra vez de Dios". (Pág. 117). Nicolás tiene que  coger una llave y encontrar un bote de pintura roja que Velázquez había bendecido previamente pero no lo hace sin la ayuda de su amigo Juan Pareja.Cuando encuentran en el Obrador la pintura roja lacrada, ven un pergamino junto a ella que pone: "DIOS ES AMOR" (pág. 127). Será Pareja quien pinte la cruz de Santiago sobre Velázquez en el cuadro y cuando lo hizo:" [...] un golpe de viento, como si una inmensa boca soplase desde el cuadro, nos golpeó en el rostro y se llevó la luz" (pág. 132). A continuación: "[...] Nerval se iluminó y, a continuación, ante nuestro asombro, fue perdiendo la nitidez de sus rasgos hasta quedar, desfigurado, sin poder reconocérsele".
Don Diego muere y en el entierro todos el mundo comenta la cruz que había aparecido en el cuadro pensando que había sido el Rey el que la había pintado. Pasados ocho días muere doña Juana.
El yerno del pintor le entrega a Nicolás un pergamino: "Páguese con este dibujo a Nicolasillo Pertusato la deuda contraída. Y fíjese bien que en el libro del Dante que tanto gusta, también se dice Sperent in Te" (pág. 144).
Nicolás debía tener unos diecisiete años.


La valoración personal que hago de El misterio Velázquez  es totalmente positiva. Me ha parecido una obra magnífica para tratar en los institutos. Con ella se pueden trabajar varios temas: la historia, el arte, el acercamiento hacia otras personas como Nicolás Pertusato,  la literatura de la mano de Dante con su Divina  Comedia y que aparecen en las páginas 55 y 56 de la presente edición así como su traducción al castellano a pie de página. Con  El misterio Velázquez se puede hacer un recorrido por la España de la época y el Índice onomástico que aparece en la página 149 se pueden realizar diferentes actividades o pequeños grupos de investigación para averiguar algo más sobre las diferentes personas que vivieron en la Corte española en tiempos del pintor.
Considero también interesante y no lo descartaría, si se pudiera hacer, llevar a los alumnos de secundaria que hayan leído El misterio Velázquez al museo del Prado en Madrid para poder contemplar de cerca a Las Meninas. Me parece una actividad distinta que puede acercar a los estudiantes a encontrarse con el cuadro que tantos quebraderos de cabeza ha dado a Velázquez en el relato. También considero que es una forma de afianzar su aprendizaje.


Si comentamos la estructura, me ha parecido muy acertado que estuviera dividida en tres partes distintas y que cada una de ellas poseyera un título aunque los capítulos carezcan de él. El vocabulario empleado es muy sencillo y no creo que pueda causar problema alguno a los jóvenes lectores que se adentren en él. Por otro lado, comentar que en la edición que ha hecho Bruño de esta obra de Eliacer Cansino, aparece un epílogo con el cuadro de las Meninas y el nombre de  todos los allí retratados. También decir que después de este epílogo aparece un índice onomástico con el nombre de todos los personajes que han ido apareciendo a lo largo de la novela y una breve explicación sobre quiénes eran y cuáles eran sus funciones. Me parece una edición muy apropiada porque acerca a los jóvenes lectores la figura de Velázquez, su pintura y un poco de historia.

Ha sido un placer ser guiados por Nicolasillo en este misterio.

3 comentarios:

  1. por fin una redacción como debe ser, no como las que dan en yahoo o los que no tienen ni idea de escribir ni de crear frases.

    ResponderEliminar
  2. Muy buena redacción me ayudo mucho♡

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar