sábado, 19 de enero de 2013

Manolito Gafotas. Los trapos sucios, Elvira Lindo



             Cuando hablamos del personaje Manolito Gafotas, un nombre que asociamos directamente a éste es el de Elvira Lindo, autora del libro que voy a comentar. Esta escritora y periodista gaditana ha abordado el periodismo, la novela y el guión televisivo y cinematográfico aunque por lo que más se le conoce es por contar las aventuras de este niño de Carabanchel Alto a través de una colección de libros que son un clásico de la Literatura Infantil y Juvenil española.
            Concretamente, Manolitos Gafotas. Los trapos sucios cuenta hechos cotidianos que le suceden al protagonista y a sus amigos y familiares, como es el caso de la llegada de una mascota a casa, la salida con sus amigos para pedir el aguinaldo de Navidad, las continuas discusiones con su madre o el principio de una relación amorosa con una compañera de clase.
            Todos estos temas que se tratan a lo largo de nueve capítulos pueden resultar muy cercanos a los lectores a los cuales puede ir dirigida la lectura puesto que los adolescentes entre 12 y 14 años que están cursando el Primer Ciclo de Educación Secundaria Obligatoria están viviendo en primera persona todas estas posibles situaciones porque empiezan a mantener relaciones amorosas con chicos o chicas, discuten alguna que otra vez con sus progenitores, hacen pequeñas gamberradas típicas de adolescentes, etc., es decir, se pueden sentir como si fueran el propio Manolito Gafotas.
            Ya que he hablado de la estructura, tengo que señalar que el libro no cuenta una historia de forma lineal, es decir, de principio a fin sino que cada capítulo tiene que ver con una situación determinada que sucede en diferentes meses del año. Por ejemplo, uno de los capítulos se ambienta en el mes de diciembre porque habla de que salen a pedir el aguinaldo y pierden al Imbécil (así es como llama a su hermano mientras que otro tiene lugar en mayo porque es cuando se celebra el Día de la Madre y Manolito le lleva el regalo que han hecho en el colegio.
            Considero que la lectura de esta obra podría ir destinada a alumnos del Primer Ciclo de ESO porque el lenguaje utilizado es muy sencillo, apenas hay palabras que necesiten ser interpretadas a partir del contexto o que, en último extremo, necesiten ser buscadas en el diccionario. Otro hecho que facilita la lectura es que está escrito en primera persona, lo cual es una lectura más sencilla y directa.
            Otro motivo por el cual pienso que podría encajar perfectamente para los estudiantes de 1º o 2º de ESO es porque pueden empezar a reflexionar sobre temas que el protagonista narra a lo largo de 145 páginas con gran humor, como es el caso de los defectos de las personas.
            Este tema lo trata en el “Capítulo 1” cuando advierte que él no es niño “pluscuamperfecto” y que se decide a contar todas sus intimidades “...para que veas que tengo mis defecto, que soy un ser humano, y casi todos los seres humanos que conozco tienen unos defectos mucho más grandes que sus virtudes” (pág. 15). A partir de esta confesión, los adolescentes podrían entender de una forma sencilla que no hay que juzgar a las personas por sus defectos porque ellos mismos los tienen y porque todos los tenemos.
            Como futura docente, propondría la lectura de este libro porque, además de los motivos que he dado hasta el momento, puede ser el punto de partida para que el alumnado se interese en leer, de forma voluntaria y personal, los otros títulos que forman la colección escrita por Elvira Lindo. Puede ser una forma de incentivar el gusto por la lectura en los jóvenes ya que pueden sentir curiosidad por conocer otras travesuras o situaciones graciosas que le suceden a Manolito Gafotas y que él mismo cuenta en primera persona.
            Hasta tal punto ha llegado la popularidad de dicho personaje que en el año 1999 se llevó al cine la historia basada en esta colección de novelas. Este hecho puede suponer una amenaza para los libros porque la mayoría de los jóvenes prefieren disfrutar viendo una película que disfrutar leyendo un libro pero los docentes y futuros docentes tenemos que hacerles ver la importancia de la lectura no sólo para cuestiones académicas sino para su vida en general.
            En conclusión, recomendaría la lectura de Manolito Gafotas. Los trapos sucios para un público juvenil ya que los temas que se tratan en el libro pueden resultarles cercanos, atractivos e incluso pueden identificarse con el protagonista o con alguno de los personajes que aparecen. Además, el lenguaje con el que está escrito no supone ninguna dificultad para que los chicos y chicas puedan entender lo que la autora pretende contarles, para que puedan pasar un rato entretenido y puedan llegar a soltar alguna carcajada con las anécdotas que relata este niño madrileño.



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