jueves, 31 de enero de 2013

tres cuentos de hadas


El libro,  como indica su propio título,  está formado por   tres cuentos de hadas   cuya lectura permite    evocar los ecos de la infancia que trasportan fácilmente  al lector  a mundos mágicos y de ensoñación,    únicamente accesibles desde la fantasía, en los  que , al margen de la   conexión  del hombre con la naturaleza,  se pueden encontrar  seres sobrenaturales ( hadas, dragones ) y  objetos  fantásticos. En el libro, y a través de  los distintos cuentos,  no sólo se relatan historias,   también  se describen de forma  magistral diferentes atmósferas y  paisajes,   tiñéndolos de un halo de nostalgia y melancolía,   al tiempo  que aparecen   dotados  de un carácter mágico , fantástico y maravilloso ; dicha descripción   provoca   que   en el lector se despierte la imaginación,  atraído por la fascinación mágica  que   constituye  el sustrato de los   cuentos.  El libro  está escrito  con la característica prosa de   su autor,  clara y dotada de cierto lirismo,   en   la   que  predominan palabras relacionadas  con  la naturaleza, así como imágenes sensoriales; todo   ello narrado    con recurso, en ocasiones, al humor y la ironía. La magia que encierran las tres historias mencionadas mantiene atrapado al lector desde el principio hasta el final.


El primer cuento (El vuelo del ruiseñor) relata  la historia de una amistad  inquebrantable  entre una niña de siete años (Laura)   y un ruiseñor; amistad que se inicia  cuando   la primera  rescata al segundo  que   estaba   atrapado en una red. Se hacen amigos y por las noches el pájaro entra en su habitación para estar con ella.  Los lazos entre   la  niña  y el ruiseñor se intensificarán cuando la niña contrae una  grave enfermedad.  El ruiseñor,   cuyo canto embarga  de felicidad  a cuantos    lo  escuchan, emprenderá  un largo viaje  para conseguir las  bayas   que constituyen  la   única posibilidad de   salvar a la niña. A pesar del sufrimiento por la   dificultad  del viaje, y sostenido por una  fuerza inquebrantable   alimentada  por  la relación de amistad que mantiene   con la niña,  conseguirá   su objetivo de retornar   con las bayas,  muriendo después de llegar a la casa. Gracias a la fidelidad y sacrificio del ruiseñor  la niña   logrará   recuperarse, convirtiéndose   con el tiempo en  una célebre  cantante   perpetuando, a través de  cada una de sus actuaciones,  un    sencillo  homenaje al ruiseñor.

El segundo cuento (El hada que quería ser niña) es la historia de  un hada   que  se apropia del cuerpo  de una niña (Cristina)  cuando ésta  muere en el bosque, continuando   su existencia como  si todavía viviera.   Gracias a esta estratagema el hada será capaz de  experimentar  el sentimiento del amor  y cariño humanos, sobre todo   en su relación con la madre de la niña. Con el tiempo las cosas se   complicarán, debiendo   el hada y la madre de la niña   cambiar de ciudad para evitar los murmullos de la gente  generados, en algunos casos,   por los comportamientos extravagantes del hada  y, en otros,  por  algunos hechos extraordinarios (como, por ejemplo,    el   de que   la niña parecía no crecer); comportamientos y hechos   que la madre, cegada por el amor a la que cree  ser su hija, será   capaz de pasar por alto, restándoles importancia.  Cuando  la madre  muere, el hada  podrá     comprender  la tristeza,   volviendo al bosque.

El tercer cuento (El Príncipe amado) cuenta la relación de Emilia (mujer muda que es dada a un labrador cuando era pequeña) con un dragón, iniciada   en la niñez, y la problemática que eso conlleva;   ni cuando Emilia se casa con un príncipe  (Gonzalo) puede  apartar de   su mente  al dragón, y  su marido,   celoso,  lo mata. Ella queda embarazada  y   da luz a un   niño -  Alex -     muy hermoso   pero con     ciertos rasgos de dragón; niño que, inicialmente escondido por Gonzalo, tras ser  liberado  enamorará/hechizará a todas las mujeres  hasta que la hija de   quien fue su carcelero    acometa la tarea   de acabar  con el maleficio de  seducción  sobre las mujeres.


Estos cuentos  son de  fácil lectura y comprensión,   al tiempo que estimulan la  fantasía, la curiosidad y la imaginación, potenciando  el conocimiento  de la dinámica narrativa de los cuentos y  de los campos  léxicos que encierran los mismos,   a la vez  que  resaltan el valor del contacto del hombre   con la   naturaleza. Considero que la magia y la fantasía son elementos claves en estos relatos,  destacando    el mundo de los  sentimientos.

Se trata, a mi   modo   de ver,   de un libro idóneo para trabajar  en el 1er curso de  la ESO  por su sencillez, por su conexión con temas e historias   que se relacionan con el mundo mágico y personajes fantásticos clásicos, y por la facilidad de suscitarse,   a través del mismo,  la reflexión sobre alguno de los grandes problemas de la vida.

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