El
libro, como indica su propio
título, está formado por tres cuentos de hadas cuya lectura permite evocar los ecos de la infancia que
trasportan fácilmente al lector a mundos mágicos y de ensoñación, únicamente accesibles desde la fantasía, en
los que , al margen de la conexión
del hombre con la naturaleza, se
pueden encontrar seres sobrenaturales (
hadas, dragones ) y objetos fantásticos. En el libro, y a través de los distintos cuentos, no sólo se relatan historias, también
se describen de forma magistral
diferentes atmósferas y paisajes, tiñéndolos de un halo de nostalgia y
melancolía, al tiempo que aparecen
dotados de un carácter mágico ,
fantástico y maravilloso ; dicha descripción
provoca que en el lector se despierte la imaginación, atraído por la fascinación mágica que
constituye el sustrato de los cuentos.
El libro está escrito con la característica prosa de su autor,
clara y dotada de cierto lirismo,
en la que
predominan palabras relacionadas
con la naturaleza, así como
imágenes sensoriales; todo ello
narrado con recurso, en ocasiones, al
humor y la ironía. La magia que encierran las tres historias mencionadas
mantiene atrapado al lector desde el principio hasta el final.
El primer cuento (El vuelo del ruiseñor) relata la historia de una amistad inquebrantable entre una niña de siete años (Laura) y un ruiseñor; amistad que se inicia cuando la primera rescata al segundo que estaba atrapado en una red. Se hacen amigos y por las noches el pájaro entra en su habitación para estar con ella. Los lazos entre la niña y el ruiseñor se intensificarán cuando la niña contrae una grave enfermedad. El ruiseñor, cuyo canto embarga de felicidad a cuantos lo escuchan, emprenderá un largo viaje para conseguir las bayas que constituyen la única posibilidad de salvar a la niña. A pesar del sufrimiento por la dificultad del viaje, y sostenido por una fuerza inquebrantable alimentada por la relación de amistad que mantiene con la niña, conseguirá su objetivo de retornar con las bayas, muriendo después de llegar a la casa. Gracias a la fidelidad y sacrificio del ruiseñor la niña logrará recuperarse, convirtiéndose con el tiempo en una célebre cantante perpetuando, a través de cada una de sus actuaciones, un sencillo homenaje al ruiseñor.
El segundo cuento (El hada que quería ser niña) es la historia de un hada que se apropia del cuerpo de una niña (Cristina) cuando ésta muere en el bosque, continuando su existencia como si todavía viviera. Gracias a esta estratagema el hada será capaz de experimentar el sentimiento del amor y cariño humanos, sobre todo en su relación con la madre de la niña. Con el tiempo las cosas se complicarán, debiendo el hada y la madre de la niña cambiar de ciudad para evitar los murmullos de la gente generados, en algunos casos, por los comportamientos extravagantes del hada y, en otros, por algunos hechos extraordinarios (como, por ejemplo, el de que la niña parecía no crecer); comportamientos y hechos que la madre, cegada por el amor a la que cree ser su hija, será capaz de pasar por alto, restándoles importancia. Cuando la madre muere, el hada podrá comprender la tristeza, volviendo al bosque.
El tercer cuento (El Príncipe amado) cuenta la relación de Emilia (mujer muda que es dada a un labrador cuando era pequeña) con un dragón, iniciada en la niñez, y la problemática que eso conlleva; ni cuando Emilia se casa con un príncipe (Gonzalo) puede apartar de su mente al dragón, y su marido, celoso, lo mata. Ella queda embarazada y da luz a un niño - Alex - muy hermoso pero con ciertos rasgos de dragón; niño que, inicialmente escondido por Gonzalo, tras ser liberado enamorará/hechizará a todas las mujeres hasta que la hija de quien fue su carcelero acometa la tarea de acabar con el maleficio de seducción sobre las mujeres.
Estos cuentos son de fácil lectura y comprensión, al tiempo que estimulan la fantasía, la curiosidad y la imaginación, potenciando el conocimiento de la dinámica narrativa de los cuentos y de los campos léxicos que encierran los mismos, a la vez que resaltan el valor del contacto del hombre con la naturaleza. Considero que la magia y la fantasía son elementos claves en estos relatos, destacando el mundo de los sentimientos.
Se trata,
a mi modo de ver,
de un libro idóneo para trabajar
en el 1er curso de la ESO por su sencillez, por su conexión con temas e
historias que se relacionan con el
mundo mágico y personajes fantásticos clásicos, y por la facilidad de
suscitarse, a través del mismo, la reflexión sobre alguno de los grandes
problemas de la vida.
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