Carlos Ruiz Zafón es el autor de esta novela destinada a
un público juvenil que se ha convertido en uno de los best seller de la
literatura española de los últimos años debido a que aborda con gran intriga
las aventuras que les suceden a Marina y Óscar en la ciudad de Barcelona, lugar
en el que se ambienta la historia.
Un
aspecto previo a tener en cuenta antes de proceder a la explicación de la obra
es la distancia temporal con la que se narra porque Óscar Drai cuenta los
hechos 15 años después de que tuvieran lugar cuando vuelve a la ciudad
recordando su pasado al lado de una chica que le cambió la vida: Marina.
La relación de ambos personajes
empieza de forma accidental cuando Óscar entra en casa de la joven pensando que
es una casa abandonada pero, al ser descubierto por ella y por su padre, huye
con un reloj familiar. Cuando acude a devolverlo, empiezan una amistad que les
llevará a descubrir los entresijos de un caso policial no descubierto hasta el
momento: el caso de Mijail Kolvenik (hombre dedicado a la ortopedia que decidió
desafiar a la muerte operando a personas y a él mismo manteniéndose con vida a
partir de unos frascos).
Con la ayuda del doctor Shelley, el chófer Claret o del inspector Florián
descubren que Eva y Mijail siguen vivos hasta que se produce un incendio en el
Gran Teatro de Barcelona del que ellos son testigos directos y ambos fallecen
juntos. La novela acaba con la muerte de la protagonista femenina a causa de
una enfermedad y con el distanciamiento del padre de ella y de su enamorado
tras esparcir sus cenizas en su lugar preferido.
A lo largo de las casi 300 páginas
que abarca la obra, el lector puede sacar una serie de temas que son los ejes
centrales de la narración, principalmente, la muerte, la amistad y el amor.
El personaje que engloba las tres
temáticas que acabamos de exponer es Marina puesto que, por miedo a perder la
amistad y el amor de Óscar, decide mentirle inventándose que el enfermo es su
padre y no ella. Decide ocultar la verdad para seguir investigando sobre la
muerte o no de Kolvenik y Eva, sobre la presencia de una dama vestida de negro
que visita el cementerio mensualmente, etc. Finalmente, la chica es descubierta
por su enamorado una noche y, poco tiempo después de haber resuelto el enigma,
fallece.
El tema de la muerte está muy
presente en la obra porque Kolvenik se encarga de comprar cadáveres para
operarlos en los túneles del alcantarillado público de la ciudad y mantenerlos
con vida. Aunque los mantiene con vida, son numerosos los momentos en los que
se señala el olor a podredumbre que emanan esos cuerpos y que dejan rastro allá
por donde pasan.
Además de todos estos ejes
temáticos, la soledad y la importancia de la familia también podrían ser temas
a tratar en clase con los alumnos para que se dieran cuenta de que la soledad
provoca tristeza, como es el caso de Óscar, que decide irse a vivir a casa de
Germán y Marina durante las fiestas navideñas porque no tiene familiares con
los que compartir esos días.
Como puede comprobar el lector,
estos temas se tratan de una forma fantástica y misteriosa, alejada de la
realidad, ya que cuesta creer todo lo que se narra en el libro. Por estos
motivos, considero que la lectura de Marina no debería estar dirigida a
alumnos de Primer Ciclo de ESO porque puede darse el caso de que pierdan el
hilo de la narración; más bien, debería ser una lectura para alumnos de 4º de
la ESO, jóvenes con mayor madurez y capacidad crítica.
Pese a haber dicho que la propondría para alumnos de 4º de la ESO,
también he de decir que como futura profesora, no mandaría la lectura de esta
obra a mis alumnos de forma obligatoria, buscaría otras posibilidades entre las
cuales elegir para captar en ellos el gusto por la lectura y por la necesidad
de ésta en la vida de cualquier persona. Quizás me deje llevar por mis gustos
lectores en esta decisión, por lo que tampoco descartaría plantearles este título,
junto a otros que traten otros temas, para que eligieran la que más se adapte a
sus intereses, advirtiéndoles de que en este caso que van a leer una historia
fantástica que no se ajusta a la realidad.
En conclusión, aunque por mis gustos literarios no he disfrutado mucho de
la lectura, soy consciente de que a lo largo de mi vida laboral puedo
encontrarme con alumnos que sí estén interesados en los relatos fantásticos y
que encuentren en Marina una novela que les entretenga y que les haga
sentir curiosidad por seguir leyendo hasta descifrar el misterio. Por este
motivo, no descarto la posibilidad de que lean esta obra si la temática les
interesa con el objetivo primordial de incentivarles el gusto por la lectura.
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