Los hijos del trueno es una novela escrita por F.
Lalana y J. M. Almárcegui en el año 2003 que cuenta los hechos de un grupo de
jóvenes que llegan a un nuevo instituto después de la aprobación de una ley que
dice que las clases solamente han de estar compuestas por 22 alumnos, ni uno
más ni uno menos. El punto en común que tienen todos estos alumnos que forman
el instituto remanente Capitán Trueno es que no estaban bien vistos en sus
centros anteriores por ser hiperactivos, autistas, delincuentes juveniles o,
simplemente, por tener aficiones que se consideran del sexo contrario.
Aparentemente, estos
estudiantes son dirigidos a ese centro para no alterar el curso normal de las
clases y para intentar acabar con el problema del fracaso escolar, tema de
vigente actualidad en lo que se refiere a la educación española. Según avanza
el curso, los profesores se dan cuenta de que sus alumnos no tienen problemas
académicos, como demuestran al ganar un concurso televisivo a nivel nacional, Cesta y Puntos, al cual se inscriben para conseguir que en el centro
se puedan aprender las materias tradicionales que habían sido prohibidas.
Finalmente, consiguen que la Gerencia Nacional de Enseñanzas Intelectuales dé
su aprobación para que el instituto deje de ser remanente y pueda dar las
clases con total normalidad.
Todo este argumento
que acabo de resumir se organiza a través de dos partes bien organizadas: la
primera se ocupa de la presentación de los jóvenes, profesores y personal no
docente que ocuparán el centro así como de la presentación del problema con el
que se encuentran tras prohibirles que aprendan o enseñen las materias
tradicionales. En cambio, la segunda parte acaba con el problema inicial al
presentarse a un concurso televisivo que les permite seguir estudiando, ganarlo
y conseguir la obtención de instituto y no de instituto remanente.
En cuanto a la forma
mediante la cual los autores narran todos estos hechos que les suceden a este
grupo de adolescentes, he de decir que es un lenguaje sencillo, fácil de
entender porque no hay figuras retóricas ni oraciones excesivamente largas y
complejas que les dificulten la comprensión de la historia.
Pese a todos estos
aspectos que he ido señalando, considero que la lectura de Los hijos del trueno está más encaminada a alumnos de Segundo Ciclo de la
ESO que a alumnos de Primer Ciclo puesto que se pueden sacar una serie de
lecturas que conlleven una reflexión por parte de los estudiantes, hecho que es
más difícil que lo puedan desarrollar con profundidad los niños de 12-14 años.
Algunas de las
lecturas a las que me refiero son incentivarles el valor del compañerismo, del
respeto hacia los demás pese a las diferencias que puedan existir entre los
miembros de una misma comunidad, de la amistad, de luchar por lo que uno
verdaderamente quiere, etc. No hay que olvidar que los profesores no sólo
tenemos que enseñarles la materia de la cual somos grandes sabedores sino que
también tenemos que formarlos como personas socialmente activas que se
mantienen relaciones interpersonales con los demás.
Todas estas cualidades
están presentes a lo largo del libro porque al principio no hay ninguna
relación entre ellos ya que no se conocían pero, con el paso del tiempo, van
forjando una amistad que les hace quedar hasta en sus ratos libres y que hace
que luchen por un objetivo común: poder seguir aprendiendo. El grupo que forman
es muy heterogéneo porque hay personas hiperactivas, personas autistas que se
encierran en ellos mismos y les cuesta relacionarse, etc., pero todos se respetan
e intentan ayudarse mutuamente para acabar con sus puntos débiles, como se
pueda comprobar al final del libro cuando el niño autista es el que consigue
acertar las preguntas decisivas para ganar el concurso al sentirse arropado y
querido por sus compañeros.
Relacionado con el
tema de las posibles lecturas que podemos reforzar en los adolescentes, tengo
que hacer mención a que en un momento de la narración, uno de los funcionarios
enviados al centro para hacer desaparecer todos los libros y materiales de
estudio dice que “los libros de lectura no contienen enseñanza alguna. Por lo
tanto, son absolutamente inofensivos” (pág. 116). Si les hiciéramos ver que a
partir de los libros de lectura se pueden adquirir muchos conocimientos, tanto
académicos como de comportamiento o actitud a seguir en la vida diaria, ellos
mismos se darían cuenta de que esta afirmación es totalmente falsa.
En conclusión, como ya he comentado
anteriormente, considero que la lectura de Los hijos del trueno es
conveniente y acertada para alumnos de Segundo Ciclo de ESO, concretamente,
para alumnos de 3º de ESO porque a esa edad ya empiezan a madurar y es
conveniente inculcarles todos esos valores que les son y serán útiles para su
vida diaria.
Un buen resumen, felicidades.
ResponderEliminarEstá muy bien resumido y es fácil de entender.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarfelicidades por tu trabajo ya que le solucionas la papeleta a mas de uno que se lo tiene que leer y por cualquier circunstancia(pereza o otro motivo) no lo puede(o quiere) leer, por esos casos te doy yo las gracias por mi y por todas las demás personas que tienen su trabajo con un trocito de ti
ResponderEliminarTe haría un hijo BB
Eliminarseras marrano wey
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