sábado, 19 de enero de 2013

Los hijos del trueno, Fernando Lalana y José María Almárcegui



Los hijos del trueno es una novela escrita por F. Lalana y J. M. Almárcegui en el año 2003 que cuenta los hechos de un grupo de jóvenes que llegan a un nuevo instituto después de la aprobación de una ley que dice que las clases solamente han de estar compuestas por 22 alumnos, ni uno más ni uno menos. El punto en común que tienen todos estos alumnos que forman el instituto remanente Capitán Trueno es que no estaban bien vistos en sus centros anteriores por ser hiperactivos, autistas, delincuentes juveniles o, simplemente, por tener aficiones que se consideran del sexo contrario.
Aparentemente, estos estudiantes son dirigidos a ese centro para no alterar el curso normal de las clases y para intentar acabar con el problema del fracaso escolar, tema de vigente actualidad en lo que se refiere a la educación española. Según avanza el curso, los profesores se dan cuenta de que sus alumnos no tienen problemas académicos, como demuestran al ganar un concurso televisivo a nivel nacional, Cesta y Puntos, al cual se inscriben para conseguir que en el centro se puedan aprender las materias tradicionales que habían sido prohibidas. Finalmente, consiguen que la Gerencia Nacional de Enseñanzas Intelectuales dé su aprobación para que el instituto deje de ser remanente y pueda dar las clases con total normalidad.
Todo este argumento que acabo de resumir se organiza a través de dos partes bien organizadas: la primera se ocupa de la presentación de los jóvenes, profesores y personal no docente que ocuparán el centro así como de la presentación del problema con el que se encuentran tras prohibirles que aprendan o enseñen las materias tradicionales. En cambio, la segunda parte acaba con el problema inicial al presentarse a un concurso televisivo que les permite seguir estudiando, ganarlo y conseguir la obtención de instituto y no de instituto remanente.
En cuanto a la forma mediante la cual los autores narran todos estos hechos que les suceden a este grupo de adolescentes, he de decir que es un lenguaje sencillo, fácil de entender porque no hay figuras retóricas ni oraciones excesivamente largas y complejas que les dificulten la comprensión de la historia.
Pese a todos estos aspectos que he ido señalando, considero que la lectura de Los hijos del trueno está más encaminada a alumnos de Segundo Ciclo de la ESO que a alumnos de Primer Ciclo puesto que se pueden sacar una serie de lecturas que conlleven una reflexión por parte de los estudiantes, hecho que es más difícil que lo puedan desarrollar con profundidad los niños de 12-14 años.
Algunas de las lecturas a las que me refiero son incentivarles el valor del compañerismo, del respeto hacia los demás pese a las diferencias que puedan existir entre los miembros de una misma comunidad, de la amistad, de luchar por lo que uno verdaderamente quiere, etc. No hay que olvidar que los profesores no sólo tenemos que enseñarles la materia de la cual somos grandes sabedores sino que también tenemos que formarlos como personas socialmente activas que se mantienen relaciones interpersonales con los demás.
Todas estas cualidades están presentes a lo largo del libro porque al principio no hay ninguna relación entre ellos ya que no se conocían pero, con el paso del tiempo, van forjando una amistad que les hace quedar hasta en sus ratos libres y que hace que luchen por un objetivo común: poder seguir aprendiendo. El grupo que forman es muy heterogéneo porque hay personas hiperactivas, personas autistas que se encierran en ellos mismos y les cuesta relacionarse, etc., pero todos se respetan e intentan ayudarse mutuamente para acabar con sus puntos débiles, como se pueda comprobar al final del libro cuando el niño autista es el que consigue acertar las preguntas decisivas para ganar el concurso al sentirse arropado y querido por sus compañeros.
Relacionado con el tema de las posibles lecturas que podemos reforzar en los adolescentes, tengo que hacer mención a que en un momento de la narración, uno de los funcionarios enviados al centro para hacer desaparecer todos los libros y materiales de estudio dice que “los libros de lectura no contienen enseñanza alguna. Por lo tanto, son absolutamente inofensivos” (pág. 116). Si les hiciéramos ver que a partir de los libros de lectura se pueden adquirir muchos conocimientos, tanto académicos como de comportamiento o actitud a seguir en la vida diaria, ellos mismos se darían cuenta de que esta afirmación es totalmente falsa.
            En conclusión, como ya he comentado anteriormente, considero que la lectura de Los hijos del trueno es conveniente y acertada para alumnos de Segundo Ciclo de ESO, concretamente, para alumnos de 3º de ESO porque a esa edad ya empiezan a madurar y es conveniente inculcarles todos esos valores que les son y serán útiles para su vida diaria.

5 comentarios:

  1. Un buen resumen, felicidades.
    Está muy bien resumido y es fácil de entender.

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  3. felicidades por tu trabajo ya que le solucionas la papeleta a mas de uno que se lo tiene que leer y por cualquier circunstancia(pereza o otro motivo) no lo puede(o quiere) leer, por esos casos te doy yo las gracias por mi y por todas las demás personas que tienen su trabajo con un trocito de ti

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