Cuando de noche llaman a la puerta, de Xabier P. Docampo.
Este libro de Xabier P. Docampo trata todo tipo de temas, pero el hilo
conductor es el terror y el misterio. Por lo que se refiere a la estructura de
la obra, ésta empieza con una nota al lector en la que explica el por qué
escribió la obra y cuáles fueron sus motivaciones para llevarla a cabo. La obra
en sí se divide en cinco partes que dan lugar a las cuatro historias
vertebrales del libro y a un poema en el que el autor expone al lector la causa
de sus miedos.
Desde mi punto de vista, creo que es una gran obra, aunque a simple vista
no parece una lectura para infantil, que no juvenil. En la obra aparecen
escenas que no son agradables a la vista como: el momento en que el viajero
destroza la cabeza del herrero, la escena en que meten a la vieja en el horno,
cuando Silvestre quema a su propio hijo en compañía de la loba… a mi parecer
son imágenes muy contundentes a pesar de ser un libro que leen niños y jóvenes.
Por eso, podríamos entrar en la dialéctica que explica Xabier P. Docampo en la
nota al lector, que en realidad no son lecturas o historias para niños, sino
que eran historias que se contaban a la luz de la lumbre para la familia, lo
que implicaba también a los más pequeños de la casa.
Por lo que a las fuentes e hipertexto se refiere, aparecen muchos
elementos ya conocidos como: la alusión a la Santa Compaña, los pueblos
rurales, la continua alusión a la muerte, a la venganza, el egoísmo, el miedo…
Si empezamos por la primera historia que aparece “El espejo del viajero”,
vemos que es muy recurrente la trama del viajero que se extravía y que acaba
alojándose en casa de un extraño, aunque en este caso no es tan extraño porque
es un calco de él mismo. Observamos en el herrero que lo acoge un sentimiento
de locura al querer transformarlo en un doble de sí mismo cuando le hiere en el
ojo para quitarle la única distinción que tenían. También el mismo viajero se
vuelve huraño y decide deshacerse del herrero asestándole varios hachazos en la
cabeza mientras dormía a la luz de la lumbre. Pero, para mí, el punto
culminante de la paradoja es el momento en que el viajero se hace pasar por el
hombre al que acaba de matar y le sustituye en su vida con su mujer, su
trabajo… y eso se convierte, como dice, en su condena.
“El Hornadas” que es el título de la segunda historia tiene un inicio
diferente ya que es el autor el que le pregunta a su padre que le cuente la
historia; además, me parece muy curioso que el protagonista de ésta sea
familiar de su padre, es una forma de darle más veracidad. En este cuento
aparece una especie de alcahueta que hace la vida imposible a los vecinos y,
además, se la caracteriza a modo de bruja. Un día esta mujer recibe tal paliza
por parte de tres hombres que finalmente la matan y queman en un horno. El resto
de la historia gira en torno al calvario que Teixo (el que la mató) sufre. La vieja,
sedienta de venganza, se le aparece entre llamas y le va devorando por dentro
poco a poco. Este aspecto me recuerda al mito de Prometeo en el que el águila
le comía el hígado cada día. El final de la historia culmina con la muerte de
Teixo y la incredulidad del forense al hacerle la autopsia y ver que estaba
vacío por dentro (cosa que sólo se desvela al lector).
El cuento de la “Loba” es mucho más complejo por los elementos que
aparecen. En esta historia, el mismo autor es el primer personaje que inicia el
relato: va a llevar un caballo y se pierde en medio de una ventisca antes de
que le den cobijo en una casa de montaña. Es allí, a la luz de la lumbre, donde
la vieja de la casa le cuenta la historia propiamente dicha que trata de amores
no correspondidos, transformaciones, venganza y muerte. Silvestre, el
protagonista rico de la historia se enamora de una Isaura, a la que deja
embarazada. Después, se casa con otra muchacha tras haber abortado la anterior.
Isaura se cuelga de un árbol no sin antes haberle amenazado con que le debía un
hijo. Una noche los lobos bajaron y sacaron su cuerpo de la tumba, sita fuera
del cementerio. Es entonces donde la acción comienza a despertar de nuevo,
cuando Silvestre y sus compañeros de caza salen a matar a los lobos que
amenazan sus casas. Isaura, convertida en loba, atrapa a su recién nacido hijo
y Silvestre, que ve que el lobo ha entrado en el granero, le prende fuego…
junto a su hijo. Desesperado, entra en su busca pero sólo encuentra su muerte.
Me parece muy interesante la parte en la que, sin decir que se convierte en
“loba”, los lectores asumen que esa hembra es Isaura que busca culminar su
venganza. También me llamó la atención el final fatídico del bebé que encontró
su muerte en manos de su propio padre.
Finalmente, la historia de “El Cumplemuertes” es la excepción que
confirma la regla de las historias de miedo. Se trata de un cuento más actual
pero que se inicia en la misma línea de los tres anteriores: una carta anuncia
la muerte de su protagonista, es decir, no parece que vaya a tener un final muy
alentador; sin embargo, en esta historia se nos presenta un personaje fuerte,
capaz de llevar su destino, sin miedo a lo que vendrá… es decir, nos
encontramos con un personaje que, por su constancia y por su empeño, consigue
burlar a la muerte y alargar su vida terrenal. Y así se lo hace saber la muerte
encarnada en la piel de una joven:
“Usted tenía que morir hoy. […] A mí se me hizo saber que usted moriría
hoy y se lo comuniqué. Lo hice de esta forma, como en otros casos lo hago de
otra, nada más. […] No siempre se cumple. Es fácil acertar con los que se dejan
llevar, con los que son incapaces de cambiar sus vidas. Pero con aquellos que usan
su libertad para tomar decisiones, que son capaces de asumir los resultados de
sus actos porque son ellos los que los dictan, no es fácil. […] Por eso no se
cumplió lo que era tu destino, porque los hombres, si se comportan como tales,
lo inventan y lo escriben ellos mismos.”
Me
parece un cuento que se sale de los clichés que aparecen en las tres obras
anteriores, no deja nada al azar ni tampoco se centra en el paso del tiempo,
sino que se centra en la psicología del personaje, en cómo debe de cambiar él
para poder de ese modo cambiar las cosas y retrasar su muerte.
Como
conclusión, diré que el conjunto de la obra de Xabier P. Docampo me resulta
excelente, sobre todo si nos basamos en el trabajo de campo que ha debido hacer
para encajar todas las piezas: tradición, actualidad, elementos de acción,
introducción de nuevos personajes… y por supuesto, destaca el elemento que
unifica todas las historias de la obra: la luz de la lumbre.
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