martes, 22 de enero de 2013

Caperucita en Manhattan, Estefanía Pérez Fenoll



MARTÍN GAITE, Carmen (1990). Caperucita en Manhattan. Madrid: Editorial Siruela, Colección Las tres edades (de ocho a ochenta y ocho).

         En la novela de Carmen Martín Gaite encontramos una adaptación del clásico cuento de Caperucita Roja de Perrault. La protagonista, en este caso, es Sara Allen, una niña de diez años que vive en Brooklyn, Nueva York y que siempre sueña con poder visitar a su abuela en Manhattan sin la compañía de su madre. La novela nos presenta la vida de esta niña y cómo es su familia, una madre que se angustia y se preocupa por todo y un padre que, apenas, se siente orgulloso de nada. Por otro lado, la abuela es uno de los personajes más especiales, vive en un barrio de Manhattan y ha sido cantante de Music-hall, además de haber tenido varios maridos. Sara acude todos los sábados junto a su madre a casa de la abuela para llevarle una tarta de fresa, estas visitas le encantan ya que admira a su abuela y le parece una persona muy interesante, completamente antagónica a su madre. Siguiendo la versión clásica del cuento, aparece el lobo, en este caso, es un empresario pastelero llamado Edgar Woolf. Por último, cabe resaltar el personaje misterioso de la obra que aporta fantasía y magia, Mis Lunnatic, una mendiga que vive en la Estatua de la Libertad y que suele pasear por la noche con el único fin de escuchar historias y ayudar a las personas.
         La obra está estructurada en dos partes bien diferenciadas. En primer lugar, encontraríamos cinco capítulos que nos describen la vida de esta Caperucita, su entorno y sus ilusiones, interpretaciones, dudas y fantasías. En el primer capítulo, Sara describe donde vive y explica la forma que tiene Manhattan en el mapa. En el segundo capítulo, empezamos a ver la gran curiosidad que tiene Sara por aprender y conocer cosas, esto lo observamos mediante la alusión que hace a los libros que Aurelio Roncali, el novio de su abuela, le había enviado. En esta parte ya vemos su imaginación, ya que inventa palabras y traslada la fantasía de los cuentos a la realidad. En el tercer capítulo se nos describen los viajes rutinarios de cada sábado a Manhattan y el cuarto nos sitúa en la casa de abuela con la evocación de Gloria Star, la abuela no se encuentra en casa pero es Sara la que imagina ser la cantante.
         En el quinto y último capítulo de esta primera parte, vemos la celebración del cumpleaños de Sara, en compañía de sus vecinos, los Taylor. Este día de cumpleaños termina con la muerte del tío Josef que ya vemos en la segunda parte de la obra. En el capítulo seis que abre la segunda parte de la obra, la aventura, encontramos la descripción de Miss Lunnatic, se nos habla de quién era y que solía hacer en Mahattan. En el siguiente capítulo se presenta al Rey de las Tartas, en este caso, Dulce Lobo, que ya había sido nombrado en el cumpleaños de Sara. Después de la presentación de ambos personajes, observamos, en el octavo capítulo, el encuentro en el metro de Sara Allen con Miss Lunnatic. En este capítulo, es cuando empieza la aventura de Sara Allen por Manhattan. Seguidamente, el noveno nos muestra la verdadera identidad de Miss Lunnatic, Madame Bartholdi, de la mano de Sara, gracias a la lectura de un libro sobre la historia de la Estatua de la Libertad.
         El capítulo diez nos muestra la despedida entre Sara y Mis Lunnatic después de haber paseado, y el capítulo once se centra en el encuentro entre Sara y el lobo en Central Park. El capítulo doce nos muestra el paseo por Manhattan en limusina y las reflexiones del chófer de Mister Woolf, Peter. Por último, el capítulo trece, titulado “Happy end, pero sin cerrar” nos muestra a una Caperucita muy satisfecha que llega a casa de su abuela después de una aventura que solo ha durado un día pero que le ha parecido mucho más tiempo. Al entrar en casa, se detiene ante una escena que le parece de película, Mister Woolf bailando con su abuela, de la que había estado enamorado desde que era una adolescente.
         Centrándonos un poco más en el ánalisis del texto, cabe destacar la intertextualidad de la obra, ya que encontramos numerosísimas alusiones explícitas e implícitas a cuentos clásicos, no solo al de la Caperucita roja de Perrault sino también a Alicia en el país de las maravillas. En el caso de Alicia, las citas son claras, Miss Lunatic pronuncia unas frases dichas en este cuento por la duquesa, y Sara unas dichas por Alicia. Otro elemento de la obra que nos recuerda a esta obra es el túnel por el que se accede a la estancia de Miss Lunnatic. Además, encontramos al gato que Sara compara muchas veces con el de Alicia, porque no hace más que estorbarla y no sabe hablar. También, en otra ocasión, encontramos elementos de ese cuento, cuando se queda dormida en la limusina, después dice que estaba soñando que se había hecho pequeña e iba en el carro de Miss Lunnatic. Esta transformación es propia del cuento de Alicia, en el que la niña disminuye y aumenta su tamaño al comer diferentes setas.
        Pienso que la estructura es muy adecuada y muy clara, la autora nos presenta a la protagonista de la historia, nos describe su personalidad y su entorno, para después desarrollar la aventura. La primera parte de la obra es muy importante para apreciar al mismo tiempo que lo hace Sara Allen, ese viaje sola, hacia la Estatua de la Libertad, pero también de forma implícita hacía la libertad. La narración es muy clara, está llena de descripciones que hacen que nos imaginemos cada detalle con la misma ilusión que tiene Sara cuando los observa. Además, las recurrentes relaciones con otros cuentos clásicos activan nuestro intertexto lector, de manera que recordamos lo que sentimos al leer esos cuentos cuando teníamos la misma edad que Sara.
        Me parece una novela muy entretenida, además de original y muy bien organizada. Podría ser una novela para leer en clase con alumnos de tercero y cuarto, ya que a pesar de su claridad, puede resultar un tanto complicada, y quizás extensa, para alumnos de primer ciclo de ESO. Creo que es una obra que se podría leer muy bien y sobre todo, a partir de ella se pueden realizar numerosos trabajos que considero que podrían resultar divertidos y muy enriquecedores. Es una obra muy rica en detalles y descripciones magníficas a caballo entre la realidad y la ficción, la imaginación y la fantasía. Además, la historia sigue la línea narrativa del cuento clásico en la que la niña de camino a casa de su abuela, con una cesta en la que lleva una tarta, se encuentra al lobo en el bosque. Una vez allí, el lobo la convence para que le dé un poco de lo que lleva ahí y además, ambos se dirigen a casa de la abuela. También en este caso, el lobo llega antes, pero no para hacer daño a la abuela sino para reencontrarse con su antiguo amor. 

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