MARTÍN
GAITE, Carmen (1990). Caperucita en Manhattan. Madrid:
Editorial Siruela, Colección Las tres edades (de ocho a ochenta y
ocho).
En
la novela de Carmen Martín Gaite encontramos una adaptación del
clásico cuento de Caperucita
Roja
de Perrault.
La
protagonista, en este caso, es Sara Allen, una niña de diez años
que vive en Brooklyn, Nueva York y que siempre sueña con poder
visitar a su abuela en Manhattan sin la compañía de su madre. La
novela nos presenta la vida de esta niña y cómo es su familia, una
madre que se angustia y se preocupa por todo y un padre que, apenas,
se siente orgulloso de nada. Por otro lado, la abuela es uno de los
personajes más especiales, vive en un barrio de Manhattan y ha sido
cantante de Music-hall, además de haber tenido varios maridos. Sara
acude todos los sábados junto a su madre a casa de la abuela para
llevarle una tarta de fresa, estas visitas le encantan ya que admira
a su abuela y le parece una persona muy interesante, completamente
antagónica a su madre.
Siguiendo la versión clásica del cuento, aparece el lobo, en este
caso, es un empresario pastelero llamado Edgar Woolf. Por último,
cabe resaltar el personaje misterioso de la obra que aporta fantasía
y magia, Mis Lunnatic, una mendiga que vive en la Estatua de la
Libertad y que suele pasear por la noche con el único fin de
escuchar historias y ayudar a las personas.
La obra
está estructurada en dos partes bien diferenciadas. En primer lugar,
encontraríamos cinco capítulos que nos describen la vida de esta
Caperucita, su entorno y sus ilusiones, interpretaciones, dudas y
fantasías. En el primer capítulo, Sara describe donde vive y
explica la forma que tiene Manhattan en el mapa. En el segundo
capítulo, empezamos a ver la gran curiosidad que tiene Sara por
aprender y conocer cosas, esto lo observamos mediante la alusión que
hace a los libros que Aurelio Roncali, el novio de su abuela, le
había enviado. En esta parte ya vemos su imaginación, ya que
inventa palabras y traslada la fantasía de los cuentos a la
realidad. En el tercer capítulo se nos
describen los viajes rutinarios de cada sábado a Manhattan y el
cuarto nos sitúa en la casa de abuela con la evocación de Gloria
Star, la abuela no se encuentra en casa pero es Sara la que imagina
ser la cantante.
En el quinto y último capítulo
de esta primera parte, vemos la celebración del cumpleaños de Sara,
en compañía de sus vecinos, los Taylor. Este día de cumpleaños
termina con la muerte del tío Josef que ya vemos en la segunda parte
de la obra. En el capítulo seis que abre la segunda parte de la
obra, la aventura, encontramos la descripción de Miss Lunnatic, se
nos habla de quién era y que solía hacer en Mahattan. En el
siguiente capítulo se presenta al Rey de las Tartas, en este caso,
Dulce Lobo, que ya había sido nombrado en el cumpleaños de Sara.
Después de la presentación de ambos personajes, observamos, en el
octavo capítulo, el encuentro en el metro de Sara Allen con Miss
Lunnatic. En este capítulo, es cuando empieza la aventura de Sara
Allen por Manhattan. Seguidamente, el noveno nos muestra la verdadera
identidad de Miss Lunnatic, Madame Bartholdi, de la mano de Sara,
gracias a la lectura de un libro sobre la historia de la Estatua de
la Libertad.
El capítulo diez nos muestra la
despedida entre Sara y Mis Lunnatic después de haber paseado, y el
capítulo once se centra en el encuentro entre Sara y el lobo en
Central Park. El capítulo doce nos muestra el paseo por Manhattan en
limusina y las reflexiones del chófer de Mister Woolf, Peter. Por
último, el capítulo trece, titulado “Happy end, pero sin cerrar”
nos muestra a una Caperucita muy satisfecha que llega a casa de su
abuela después de una aventura que solo ha durado un día pero que
le ha parecido mucho más tiempo. Al entrar en casa, se detiene ante
una escena que le parece de película, Mister Woolf bailando con su
abuela, de la que había estado enamorado desde que era una
adolescente.
Centrándonos
un poco más en el ánalisis del texto, cabe destacar la
intertextualidad de la obra, ya que encontramos numerosísimas
alusiones explícitas e implícitas a cuentos clásicos, no solo al
de la Caperucita roja
de Perrault sino también a Alicia en
el país de las maravillas. En el
caso de Alicia, las citas son claras, Miss Lunatic pronuncia unas
frases dichas en este cuento por la duquesa, y Sara unas dichas por
Alicia. Otro elemento de la obra que nos recuerda a esta obra es el
túnel por el que se accede a la estancia de Miss Lunnatic. Además,
encontramos al gato que Sara compara muchas veces con el de Alicia,
porque no hace más que estorbarla y no sabe hablar. También, en
otra ocasión, encontramos elementos de ese cuento, cuando se queda
dormida en la limusina, después dice que estaba soñando que se
había hecho pequeña e iba en el carro de Miss Lunnatic. Esta
transformación es propia del cuento de Alicia, en el que la niña
disminuye y aumenta su tamaño al comer diferentes setas.
Pienso que la estructura es muy
adecuada y muy clara, la autora nos presenta a la protagonista de la
historia, nos describe su personalidad y su entorno, para después
desarrollar la aventura. La primera parte de la obra es muy
importante para apreciar al mismo tiempo que lo hace Sara Allen, ese
viaje sola, hacia la Estatua de la Libertad, pero también de forma
implícita hacía la libertad. La narración es muy clara, está
llena de descripciones que hacen que nos imaginemos cada detalle con
la misma ilusión que tiene Sara cuando los observa. Además, las
recurrentes relaciones con otros cuentos clásicos activan nuestro
intertexto lector, de manera que recordamos lo que sentimos al leer
esos cuentos cuando teníamos la misma edad que Sara.
Me parece una novela muy
entretenida, además de original y muy bien organizada. Podría ser
una novela para leer en clase con alumnos de tercero y cuarto, ya que
a pesar de su claridad, puede resultar un tanto complicada, y quizás
extensa, para alumnos de primer ciclo de ESO. Creo que es una obra
que se podría leer muy bien y sobre todo, a partir de ella se pueden
realizar numerosos trabajos que considero que podrían resultar
divertidos y muy enriquecedores. Es una obra muy rica en detalles y
descripciones magníficas a caballo entre la realidad y la ficción,
la imaginación y la fantasía. Además, la historia sigue la línea
narrativa del cuento clásico en la que la niña de camino a casa de
su abuela, con una cesta en la que lleva una tarta, se encuentra al
lobo en el bosque. Una vez allí, el lobo la convence para que le dé
un poco de lo que lleva ahí y además, ambos se dirigen a casa de
la abuela. También en este caso, el lobo llega antes, pero no para
hacer daño a la abuela sino para reencontrarse con su antiguo amor.
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