Axel Ramírez Vitoria/ Cuando
de noche llaman a la puerta (Cando
petan na porta pola noite
en el original gallego), Premio Nacional de literatura infantil y
juvenil de 1995, de Zabier
P. Docampo, presenta al lector adolescente cuatro
relatos de terror que bien podrían estar arrancados del acervo
rural,
haber sido contados a la luz de la hoguera durante siglos.
Y,
como aquella tradición oral que emula y a la que rinde tributo, no
dejan de ser universales y contener temas universales e incluso
exclusivamente adultos:
las moralejas e interpretaciones dependen de las vivencias y
desarrollo personal de cada lector.
Estilo oral
Docampo
nos traslada su amor
por la tradición oral gallega
con un estilo marcado. El narrador,
cuando no es protagonista, es omnisciente, y en la mayor parte de los
casos se identifica, como si le contara la historia al joven lector
de tú a tú. Las descripciones
son prolijas
y cuentan con la ayuda de símiles
que facilitan la comprensión y espolean la imaginación. La
ordenación de acontecimientos en secuencias
de frases cortas busca generar
tensión y angustia
en la audiencia.
Los
cuentos están ambientados en diversos
pueblos y aldeas gallegas
(especialmente Xermar, Lugo, que aparece en dos cuentos seguidos) y
el escritor se sirve de diversos dichos
tradicionales y léxico rural,
amén de expresiones coloquiales y algún que otro mito (como la
Santa
Compaña) para aderezarlo. Sin embargo, traslada
a la actualidad los relatos
progresivamente
y, mientras el primero podría ocurrir en la época medieval, el
último es necesariamente del siglo XX.
Estas
narraciones abordan distintos temas, algunos repetidos, y admiten
distintas interpretaciones, preguntas y moralejas por parte del joven
lector y el docente. A continuación, analizaré cada uno por
separado.
El espejo del viajero
El
relato que abre el libro parece
inspirarse en El
corazón delator,
con varias vueltas de tuerca: Tras perderse en una nevada, el
protagonista (que narra personalmente la historia, como en el cuento
de Poe) se encuentra con la casa de un herrero idéntico a él, pero
al que le falta el párpado izquierdo. Tras una reyerta propiciada
por el consumo de vino, el narrador sufre la misma herida. Enajenado,
planea fríamente su venganza y asesina a su anfitrión, para luego,
al verse sorprendido por la familia del mismo, que reconoce en él al
herrero, asumir su papel en forma de penitencia.
El
cuento aborda la venganza,
perpetrada en este caso con extrema
violencia:
la descripción de cómo destroza la cabeza de su víctima con
repetidos y ensañados golpes de cortafríos no es para estómagos
sensibles, y quizá es demasiado cruenta para un público tan joven.
Por otro lado, adopta fielmente el espíritu del cuento oral
tradicional, en el que la violencia suele llegar a extremos
horribles. De esta manera el protagonista,
con el que se había identificado previamente el lector, se torna un
ser
monstruoso.
La
historia sugiere diversas
interpretaciones
que se pueden plantear al alumnado: ¿por qué no huye al final de la
historia? ¿Paga sus culpas robándole la identidad al asesinado? ¿Es
suficiente castigo? ¿Le hirió adrede el herrero? ¿Se lo merecía?
¿Se excedió el protagonista? ¿Es acaso todo producto de la
imaginación del herrero, y se ha “matado” a sí mismo en sueños
o delirios?
También
plantea otros temas
secundarios
de interés, como la influencia de la bebida o la inseguridad que se
suele sentir ante los lisiados.
"El hornadas"
Cansados
con las infamias y habladurías de una anciana, cinco vecinos deciden
darle una paliza, con tan mala suerte que la matan sin quererlo.
Antes de morir y mientras los criminales queman en el horno comunal
el cadáver, maldice a uno de ellos, que luego visita para devorarle
las entrañas una a una.
El
cuento vuelve a tratar la venganza,
tanto de los cinco campesinos como del espíritu de la anciana, en
ambos casos desmedida
y violenta.
De nuevo, la descripción de Docampo es bastante sangrienta y
dolorosa. Ninguno
de los protagonistas
cae
especialmente simpático
al lector: unos, nada arrepentidos asesinos y la otra, todavía más
malvada en muerte que en vida.
El
relato permite abordarlo
de distintas maneras:
¿No son excesivas ambas venganzas? ¿Deberían haber recurrido a
otros métodos antes de recurrir a los golpes? ¿Es en realidad la
anciana tan mala como la pintaban? ¿Está mintiendo el padre del
narrador, que le transmitió la historia al primero? ¿Y si su padre
fuera uno de los asaltantes y el pobre desdichado no tuviera que
haberle contado nada? El espíritu vindicativo le indica que otro
tendrá que matarle... ¿Y si hubiera sido uno de sus antiguos
compinches el que le asestó el golpe final a la cabeza?
"La loba"
Un
muchacho apuesto y mujeriego deja embarazada a una muchacha, con la
cual promete casarse. Sin embargo, tras casarse con otra, la primera
se suicida. Una loba roba el primogénito del hombre y provoca la
muerte de ambos.
De
nuevo, la venganza
es el tema principal, aunque este cuento aborda los temas más
adultos del libro, como el aborto
(después de una visita a La Coruña no se vuelve a hablar del niño,
y la mujer engañada le espeta en la boda que le debe un hijo), la
vida
licenciosa,
la prostitución,
el adulterio,
la pereza
o
el papel
pasivo de las mujeres
en el medio rural.
¿Es
la loba una encarnación de la joven suicida? ¿Por qué actúa así
el muchacho? ¿Se merece su fin? ¿Qué le pasa al final al
primogénito? ¿No es el bebé una víctima inocente? ¿Por qué le
debe un hijo a la muchacha engañada? ¿Qué motivos tiene la familia
para contarle la historia al narrador? ¿Es posible que quieran
proteger a la hija de sus miradas lascivas?
"El cumplemuertes"
Cada
año el mismo día, el protagonista recibe una carta avisándole que
morirá esa misma fecha en años venideros. Éste huye, se esconde,
ser resigna y, al fin, lucha contra su destino, venciendo a la
muerte.
El
relato más optmista y menos aterrador del conjunto (pese a que es
imposible dejar de compartir la angustia del protagonista en ciertas
escenas) trata la libertad,
la autonomía,
el control
sobre el propio destino,
la autoconsciencia
y el miedo
a la muerte.
Éste
es el cuento que más
preguntas e interpretaciones
suscita: ¿Es realmente un privilegio saber cuándo vas a morir? ¿Qué
es vivir realmente? El protagonista se siente libre al despedirse de
identidad, dinero, trabajo, bancos... ¿es eso la libertad? Cuando
decide vivir plenamente, se piensa bien todo antes de hacer nada...
¿por qué? ¿Qué haría el lector en tamaña tesitura? ¿Por qué
no recurre a la ayuda de sus allegados? ¿Qué es realmente el
destino, y cómo ha luchado exactamente contra él? ¿Se ha rebelado
realmente, o eso ya estaba escrito?
Cuatro cuentos que dan para mucho
“Cuando
de noche...” es un libro muy útil: llama la atención del joven
lector por su terror morboso, pero a la vez que se leen estos cuentos
en apariencia inocentes y de sencilla moraleja, incita
a la reflexión y plantea decenas de preguntas y posibilidades con
las que el docente puede jugar.
Finales alternativos, detalles incorrectos, explorar las perspectivas
de cada uno de los personajes... Estos sencillos ejercicios de
creación pueden dar pie a multitud de interpretaciones.
Y,
a
la vez que expone al joven lector a la tradición oral, le presenta
dilemas morales, filosofías vitales y no pocos problemas adultos.
Pese a ser un libro aparentemente fácil de asimilar, de pocas
páginas y cuentos cortos, ofrece infinidad
de posibilidades didácticas.
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